Y lo mejor de todo esto es que las mejores puertas a atravesar muchas veces no necesitan de llaves ni marcos, pues cada oportunidad, cada persona, cada experiencia, es una puerta única e irrepetible; y muchas veces, cada puerta es la "llave" a más puertas. Y con cada puerta, cambiaremos. Habrá puertas que nos cambien mucho, y otras que nos dejarán prácticamente igual que cuando entramos. Pero eso es lo bonito de nuestras vidas, que es un dinamismo y un cambio constante, pues nunca dejamos de conocer y atravesar nuevas puertas.
martes, 12 de marzo de 2013
Puertas.
Hoy, al salir de casa, he cogido mi llave, para poder entrar de nuevo. Pero esta llave, aunque físicamente sólo abra una puerta, en realidad abre mucho más. Me abre la entrada a un techo, agua corriente, calefacción, una cama ... Pero no sólo eso, sino que me abre la puerta a un lugar donde cada uno es parte de ese mismo lugar. Por el simple hecho de atravesar una puerta, cambiamos, pues igual que nosotros dejamos nuestra "esencia" en ese lugar, ese lugar puede que no nos cambie (igual que nosotros no cambiamos un lugar sólo por entrar en él), pero habrá algo que nos llame la atención, algo que provocará algo inaudito en estos tiempos, y es que a lo mejor nos paramos a reflexionar sobre esa cosa.
Y lo mejor de todo esto es que las mejores puertas a atravesar muchas veces no necesitan de llaves ni marcos, pues cada oportunidad, cada persona, cada experiencia, es una puerta única e irrepetible; y muchas veces, cada puerta es la "llave" a más puertas. Y con cada puerta, cambiaremos. Habrá puertas que nos cambien mucho, y otras que nos dejarán prácticamente igual que cuando entramos. Pero eso es lo bonito de nuestras vidas, que es un dinamismo y un cambio constante, pues nunca dejamos de conocer y atravesar nuevas puertas.
Y lo mejor de todo esto es que las mejores puertas a atravesar muchas veces no necesitan de llaves ni marcos, pues cada oportunidad, cada persona, cada experiencia, es una puerta única e irrepetible; y muchas veces, cada puerta es la "llave" a más puertas. Y con cada puerta, cambiaremos. Habrá puertas que nos cambien mucho, y otras que nos dejarán prácticamente igual que cuando entramos. Pero eso es lo bonito de nuestras vidas, que es un dinamismo y un cambio constante, pues nunca dejamos de conocer y atravesar nuevas puertas.
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