Aunque parezca mentira las cosas en 40 años han cambiado mucho, hasta el punto en el que antes eran los alumnos los que tenían miedo a los profesores, y ahora tienen más miedo los profesores de los alumnos. Hace 40 años, si un niño se portaba mal, se le daba un cachete, y hoy en día eso es imposible en un colegio. No me refiero a que sea bueno pegar a los niños para educarles, para nada, sólo me refiero a que antes el profesor era una autoridad sobre el alumno, y hoy muchos alumnos no ven a los profesores como una autoridad. Se ha perdido la idea de que el profesor es una autoridad, y que se le debe respetar. Actualmente, yéndonos al extremo, hay alumnos que amenazan a sus profesores e incluso se ha llegado a maltratarles físicamente. Muchos profesores en nuestro país han tenido que darse de baja por depresión causada por sus alumnos, y esto no debe seguir así. El profesor es una autoridad y hay que respetarle, sobre todo porque está para ayudarte y enseñarte, no para fastidiarte.
Esto debe empezar por los propios padres de los alumnos, que deben darle la razón al profesor en el caso que la tenga, y no siempre a sus hijos. Los padres deben hacer caso a los profesores, porque son profesionales y son de los que más saben sobre la educación, por ello los padres deben de apoyar y atender a lo que los profesores les digan, para mejorar el comportamiento de sus hijos.
Enrique P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario