Nos estamos pasando un poco con las tradiciones. En estos tiempos nos excusamos de las malas acciones diciendo que solo son tradiciones. No es bueno vivir con malas tradiciones, y lo que hay que hacer es acabar con ellas.
Retrocedamos en el tiempo, justo antes de la Revolución Francesa. En aquella época el pueblo no tenía ningún tipo de poder y tampoco hacía nada para cambiarlo porque era la tradición, hasta que llegaron unos revolucionarios que, gracias a la razón, consiguieron que el pueblo tuviese poder. Hoy en día agradecemos muchísimo a esos revolucionarios que gracias a ellos exista la democracia. Ellos simplemente lo que hicieron fue romper una mala tradición.
Pues nosotros ahora estamos a tiempo de romper estas estúpidas tradiciones que se basan en la tortura a un animal. Estoy seguro que en un futuro se nos agradecerá a todos los antitaurinos por haber conseguido que se rompa esta tradición. Y ya ni hablar de la monarquía, que de eso ya hablaré en otra entrada.
Jaime A
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