Es importante porque puede definir a una persona, por ejemplo: alguien con un reloj digital con números enormes, puede dar imagen de cegato que no ve a más de un metro y que no sabe leer un reloj analógico. El otro extremo sería un reloj analógico dorado de tamaño mediano tirando a grande. La imagen que podría dar este segundo sería la de un bacán.
Cada reloj tiene su momento y lugar. El digital es más deportivo (por eso la mayoría de compradores son de 7 a 33 años) y el analógico suele ser más elegante.
Y como nos gusta siempre ir elegantes, le dejaremos un hueco en nuestra muñeca a ese hermoso y fiel reloj analógico que nos acompañará todos los días de nuestra vida.
Chema A.
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