A algunos, estas personas les inspiran admiración, a otros indiferencia, a otros desprecio. Y por supuesto, están los que los consideran dioses y los que los odian a muerte. Sin embargo, a mi me producen pena. Pena porque por culpa de discográficas o padres que sólo querían ganar dinero a mansalva, perdieron su infancia; porque se ven obligados a ser de la manera que le diga el manager; a dar de que hablar a la prensa; pero sobre todo me dan pena porque muchos de ellos no quieren estar ahí, no quieren ser lo que se pide de ellos, sino que quieren ser ellos mismos. Y todo esto porque a alguien no le importa que la música pueda ser un arte y un modo de vida, sino que ve en ella un negocio más. Es por esta clase de personas que no respetan ni la banda sonora de la vida ni a artistas a los que ven como máquinas para hacer dinero, por estos "empresarios", por los que vale la pena preguntarse si son el reflejo de cada vez más personas con el dinero como fin, a las que no les importan ni los medios ni las personas.
domingo, 10 de marzo de 2013
Figuras de la actualidad "musical"
No es un secreto que hoy en día hay muchísimos, y cada vez más, ídolos de la música, que tienen una gran influencia (por no decir ilimitada) sobre las masas juveniles. Son artistas que han conseguido un gran éxito y alcanzado la fama internacional y mundial a tan temprana edad que muchos de nosotros los llamaríamos con razón niños.
A algunos, estas personas les inspiran admiración, a otros indiferencia, a otros desprecio. Y por supuesto, están los que los consideran dioses y los que los odian a muerte. Sin embargo, a mi me producen pena. Pena porque por culpa de discográficas o padres que sólo querían ganar dinero a mansalva, perdieron su infancia; porque se ven obligados a ser de la manera que le diga el manager; a dar de que hablar a la prensa; pero sobre todo me dan pena porque muchos de ellos no quieren estar ahí, no quieren ser lo que se pide de ellos, sino que quieren ser ellos mismos. Y todo esto porque a alguien no le importa que la música pueda ser un arte y un modo de vida, sino que ve en ella un negocio más. Es por esta clase de personas que no respetan ni la banda sonora de la vida ni a artistas a los que ven como máquinas para hacer dinero, por estos "empresarios", por los que vale la pena preguntarse si son el reflejo de cada vez más personas con el dinero como fin, a las que no les importan ni los medios ni las personas.
A algunos, estas personas les inspiran admiración, a otros indiferencia, a otros desprecio. Y por supuesto, están los que los consideran dioses y los que los odian a muerte. Sin embargo, a mi me producen pena. Pena porque por culpa de discográficas o padres que sólo querían ganar dinero a mansalva, perdieron su infancia; porque se ven obligados a ser de la manera que le diga el manager; a dar de que hablar a la prensa; pero sobre todo me dan pena porque muchos de ellos no quieren estar ahí, no quieren ser lo que se pide de ellos, sino que quieren ser ellos mismos. Y todo esto porque a alguien no le importa que la música pueda ser un arte y un modo de vida, sino que ve en ella un negocio más. Es por esta clase de personas que no respetan ni la banda sonora de la vida ni a artistas a los que ven como máquinas para hacer dinero, por estos "empresarios", por los que vale la pena preguntarse si son el reflejo de cada vez más personas con el dinero como fin, a las que no les importan ni los medios ni las personas.
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