Los políticos de nuestro país no pueden permitir la corrupción, y mucho menos aceptarla. Por ejemplo el caso Amy Martin: En Enero de 2013, Carlos Mulas, el director de la fundación ideas es acusado de facturar artículos de opinión para la entidad por importe de hasta 3.000 euros a nombre de una persona que se había inventado. Este caso es claramente de corrupción, se aprovecha de su cargo como director de la fundación Ideas, para poder filtrar ese nombre falso y a raíz de eso poder facturar artículos. Al facturar esos artículos conseguía dinero. Como este caso hay más, de diferentes formas y de diferentes partidos políticos.
Esto se tiene que acabar si queremos que nuestro país salga adelante, y quién lo puede cambiar si no somos nosotros, los jóvenes.Para poder luchar contra la corrupción, no debemos tolerarla desde que tengamos uso de razón, tenemos que luchar porque se extinga de nuestro país.
Enrique P.
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