Afortunadamente.
¿Alguien podría imaginar que ese cristal, que parecía tan seguro, se iba a destrozar?.¿Alguien sabía que iba a ocurrir en ese mismo momento?.
¿Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta hoy?.
Pues bien, la respuesta no la sabía nadie. ¿Nadie?. Nadie la sabía, ya que si alguien la hubiera sabido, hubiera podido evitar un gran susto.
¿Pero un gran susto, si sólo se ha roto un cristal?.
Ya, pero ¿a que no te has parado a pensar en qué hubiera pasado si a nuestro compañero se le hubiera caído un trozo en la cabeza, o en la espalda?.
O lo que es peor, ¿qué hubiera pasado si se hubiera caído?.
Ahora vosotros estaréis pensando que no ha sido para tanto, que no le habían empujado con tanta fuerza.
Pero yo os pregunto, ¿y cómo pasan los accidentes, es que nunca nadie se ha caído de esta manera ?.
Afortunadamente no ha pasado nada y sólo se ha dañado un cristal y no un hueso de un compañero.
Por último, os preguntaréis por qué he dicho antes lo de ese mismo momento. Pues bien, primero porque en ese mismo segundo entraba un profesor ( no se hubiera podido esperar un minuto).
Además, en ese mismo instante no había nadie ni entre las plantas ni bebiendo agua en la fuente situada debajo de la clase.
Afortunadamente.
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