El principito llegó a otro planeta. En él no vio nada, y empezó a buscar algo, ya que era un planeta un poco grande. Buscaba y buscaba, pero no encontraba nada. Vio un zorro muerto, y recordó el zorro que había domesticado. Estaba asustado. Fue a ver si era el mismo zorro, pero se equivocaba. Al día siguiente siguió buscando cuando de repente vio algo. Se preguntaba que era, y si era peligroso o no.
Se acercó poco a poco y sigilosamente. Era una persona, bastante rica por lo que veía. Se acercó y le pregunto: ''Disculpe, ¿es usted el dueño de este planeta?''. El hombre le respondió que así era. Y el principito le dijo:¿ Y tiene usted una gran casa? El hombre, que estaba cortando la lechuga de su huerta para comer, se acercó y le dijo:¿Por qué quieres saber todo esto, acaso piensas robarme?. El principito le respondió que no.
El principito, al cuál le gustaba la comida que le había preparado, estaba emocionado de lo grande que era la casa. No le gustaba mucho el hombre ya que era un poco avaricioso y siempre quería más y más. El hombre vio que el principito había hecho un dibujo. No se lo enseñó. Le invitó a dormir ya que parecía muy cansado. Por la noche vio que quería coger su dibujo sin pedirle permiso, por lo que el principito tiró una cosa a la habitación de al lado para alarmar al dueño y así huir de la casa e ir al siguiente planeta.
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