Todos sabemos cuales son las entradas del vago, esas entradas simples e ingeniosas que consiguen 0.25 en la nota final de los afortunados a los que se les ocurrieron, esas entradas que te hacen tirarte de los pelos y preguntarte: ¡¡¡¿Por qué no se me ha ocurrido a mi?!!!, tan sencillas que no tardarías ni dos minutos en hacerlas, compuestas por un título y una foto.
Las ves colgadas en el blog y te vienes arriba, piensas que esa misma tarde te vas a poner delante del ordenador y vas a hacer diez seguidas porque son tan simples, pero no ocurre eso, en vez de eso lo que ocurre es que te quedas sentado pensando y pensando y no se te ocurre nada.
Es en ese momento en el que te das cuenta de que las "entradas del vago" no son tan sencillas, serán fáciles de hacer, pero conllevan una idea una idea estupenda que a pocas personas se le ocurriría sin plagiarlas de otra parecida.
Y es por esto por lo que el obstáculo más grande que tenemos para conseguir los codiciados TRES putos en la nota final no es la redacción sino las ideas.
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