viernes, 8 de febrero de 2013

POR CIEN TÁLEROS

Por cien táleros es el nombre del blog de D. Jesús. Cuando vi ese nombre no sabía que significaba, ya que en mi vida había oído hablar de los "táleros"; pero algún algún sentido tenía que tener.

Primero busqué que significaba "tálero". Así averigué que es una antigua moneda de plata alemana. Etimológicamente, "Thaler" es una abreviación de "Joachimsthaler", una moneda de la ciudad de Joachimsthal (Valle de Joaquín) en Bohemia, donde se acuñaron las primeras monedas en 1518. Después de esa fecha los soberanos de Alemania y Austria acuñaron monedas de plata de gran tamaño, siguiendo el modelo del Thaler.

Pero ¿ que tiene que ver D. Jesús con una moneda? ajá .... lo encontré (o al menos eso espero). El nexo de unión entre los táleros y D. Jesús es KANT.

Para nosotros que nos estamos iniciando en la filosofia, deciros que Immanuel Kant fue un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. Sus principales obras son: La crítica de la razón práctica, centrada en la ética; La crítica del juicio, en la que se investiga acerca de la estética y la teleología y La metáfisica de las costumbres, que indaga en la fiolosofía del Derecho y del Estado.

En 1763 Kant publica "La única demostración posible de la existencia de Dios" dedicado a este tema crucial.

Existen en filosofía demostraciones apriorísticas de la existencia de Dios que se basan en el argumento ontológico. Este argumento parte de la idea de una entidad perfecta que no puede proceder de la experiencia, sino que pertenece a la razón, o sea que es de naturaleza innata. Un Ser perfecto no puede carecer de ningún atributo, de modo que también existe, porque no puede carecer del atributo de la existencia.

Kant rechaza este argumento considerando que la existencia no puede ser atributo, dado que si Dios existe o no existe no atañe a la esencia de Dios; y da el ejemplo de los cien táleros. "Cien táleros imaginados tienen las mismas características y el mismo valor que cien táleros reales, o sea que no atañe a su esencia. Se imaginene o se gasten son siempre cien táleros.

¿Habré acertado?


Álvaro D.


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