Si yo ya me siento como un idiota por sólo abrir un paquete de galletas por el lado opuesto al abre fácil, imaginaos los protagonistas de esta anécdota que he encontrado por la red:
PROBLEMA:
Cuando la Nasa comenzó con el lanzamiento de astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían sin gravedad (o con gravedad cero), pues la tinta no bajaría hasta la superficie en que se deseara escribir:
-Solución A) Resolver este problema les llevó 6 años y 12 millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie incluido cristal y en un rango de temperaturas desde el punto de congelación hasta superar los 300 grados centígrados.
-Solución B) ¿Qué creéis que hicieron los rusos? ¡Los rusos utilizaron un lápiz!
-Solución B) ¿Qué creéis que hicieron los rusos? ¡Los rusos utilizaron un lápiz!
Como moraleja, creo que todos deberíamos aprender a centrarnos en las soluciones y no en los problemas. Hay que concebir la solución más simple al problema.
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